EL REGRESO DE SATURNO A ESCORPIÓN,
UN MOMENTO IMPORTANTE PARA LA HUMANIDAD
La última vez que Saturno ingresó a Escorpión era finales de 1982, por lo tanto, se entiende que este paso no es un suceso tan frecuente e intrascendente, sobre todo porque esta energía se expresa de manera contundente y segura en este mundo físico de formas y límites. Pero en vez de inquietarnos ante su influencia, es mejor que tratemos de entender un poco más a este severo maestro pero de buenas intensiones, y analicemos qué lecciones y cambios podemos esperar a nivel colectivo y personal, y cómo colaborar con las energías de Saturno y Escorpión combinadas, las que se activarán y reforzarán mutuamente desde octubre de este año 2012. De hecho, este paso ejercerá su influencia durante los próximos dos años y medio hasta mediados del 2015 (con sus fases retrógradas incluidas), profundizando y consolidando lentamente las transformaciones que el nuevo ciclo de evolución humana busca introducir en nuestra realidad y que han estado en proceso desde algún tiempo (2008), cuando Plutón, regente de Escorpión, entró en Capricornio. Ahora es Saturno, regente de Capricornio, el que entra a Escorpión, regido por Plutón, por lo que se producirá un cruce o acentuación de ambas energías, potenciándolas. Por esta razón, las tendencias colectivas en desarrollo están llamadas a impulsar movimientos transformadores de efectos prolongados en todos los campos de la actividad humana influenciando modas, tendencias y avances científicos, intereses políticos y económicos, etc.
Durante los meses siguientes a la entrada de Saturno en Escorpión, será posible notar el cambio de vibración, no sólo a nivel personal sino dentro del ámbito colectivo y los acontecimientos mundiales, cargando el ambiente con una energía más pesada o sombría y revelando las tendencias extremistas propias del signo que intensificarán las crisis que han estado en proceso los últimos años las que, gracias al natural equilibrio del signo anterior (Libra), se han mantenido en una esforzada armonía mientras se trabaja por conciliar posiciones y llegar a acuerdos. Sin embargo, Escorpión no vibra en esa frecuencia, e irradia una potencia bastante extrema y más perturbadora que remueve todo lo bueno y lo malo que hay en las profundidades de nuestro inconsciente (tanto el personal como el colectivo), por lo que se pueden esperar manifestaciones más radicales en el potencial que contiene este nuevo ciclo astrológico.
Para entrever qué tipo de acontecimientos y tendencias podemos esperar de estas energías, analicémoslas individualmente, antes de hacer el ejercicio mental de combinarlas para conocer su potencial.
SATURNO es una energía asociada al concepto de estructuras, límites, normas, responsabilidades, aprendizaje con esfuerzo y disciplina, control y autoridad que nacen como respuesta al recelo que el hombre siente por todo lo nuevo y desconocido. En un plano individual, Saturno representa los mecanismos de defensa de la persona, sus estructuras internas, su sentido de responsabilidad, los límites que se impone por los miedos o inseguridades que desarrolla, su capacidad para disciplinarse y esforzarse ante las situaciones exigentes de la vida así como también sus ambiciones y deseos de lograr posiciones de autoridad y control como respuesta a la ansiedad que los cambios o las situaciones desconocidas le producen. En cambio, en un plano colectivo, esta misma energía se relaciona con todos los sistemas que estructuran y organizan a la sociedad en su conjunto, los organismos, entidades o instituciones establecidas para darle orden y regularidad a todas las actividades que mantienen y le transmiten la idea de una realidad estable y confiable al hombre. Las normas, las leyes, las políticas, los procedimientos, etc., que le garantizan a la sociedad una estabilidad y durabilidad en el tiempo, alejando su temor por el caos y la desorganización que activan temores de destrucción inminente. A la energía de Saturno no le gusta el cambio y no se siente cómodo con lo nuevo o lo diferente, su trabajo es mantener lo que ya se ha establecido, porque ha sido probado, funciona y es conocido.
Por su parte, ESCORPIÓN comunica una energía relacionada con todos los procesos naturales de muerte y renacimiento, transformaciones radicales, crisis, supervivencia, eliminación y reciclaje necesarios en la etapa previa a cualquier nuevo comienzo. En un plano personal, la energía de Escorpión y Plutón se relacionan con el impulso natural, en el Hombre, a cambiar y transformarse a través de situaciones de crisis y experiencias emocionalmente intensas, se le asocia al lado oscuro de la naturaleza humana (odio, envidia, venganza, celos, lujuria, amor al poder y tendencias destructivas), pero también es la energía que guarda el mayor potencial de desarrollo para un individuo, es decir, sus tesoros ocultos y extraordinarias capacidades para transformar su propia realidad personal o influir en las circunstancias externas de los demás. Esta energía es potente, intensa y extremista, y las experiencias con las que está relacionada no sólo trabajan en el plano emocional sino en el campo energético del individuo. En cuanto a su expresión en el plano colectivo, esta energía se relaciona con los oscuros mundos del terrorismo y los actos extremistas o destructivos, las mafias que manejan los grandes negocios de sexo, poder e influencias, droga, espionaje, sabotaje así como el mundo de la delincuencia en general, etc. Pero como esta potencia se relaciona con la muerte y la vida, propio de su naturaleza extrema, también tiene un lado muy positivo que la conecta con situaciones en donde la vida y todo lo que ella implica quedan acentuados, la capacidad para sobrevivir y volver a comenzar de cero, la transformación o transmutación de las energías psíquicas y energéticas elevando su expresión y la habilidad para penetrar en los misterios ocultos de la existencia.
Por su parte, ESCORPIÓN comunica una energía relacionada con todos los procesos naturales de muerte y renacimiento, transformaciones radicales, crisis, supervivencia, eliminación y reciclaje necesarios en la etapa previa a cualquier nuevo comienzo. En un plano personal, la energía de Escorpión y Plutón se relacionan con el impulso natural, en el Hombre, a cambiar y transformarse a través de situaciones de crisis y experiencias emocionalmente intensas, se le asocia al lado oscuro de la naturaleza humana (odio, envidia, venganza, celos, lujuria, amor al poder y tendencias destructivas), pero también es la energía que guarda el mayor potencial de desarrollo para un individuo, es decir, sus tesoros ocultos y extraordinarias capacidades para transformar su propia realidad personal o influir en las circunstancias externas de los demás. Esta energía es potente, intensa y extremista, y las experiencias con las que está relacionada no sólo trabajan en el plano emocional sino en el campo energético del individuo. En cuanto a su expresión en el plano colectivo, esta energía se relaciona con los oscuros mundos del terrorismo y los actos extremistas o destructivos, las mafias que manejan los grandes negocios de sexo, poder e influencias, droga, espionaje, sabotaje así como el mundo de la delincuencia en general, etc. Pero como esta potencia se relaciona con la muerte y la vida, propio de su naturaleza extrema, también tiene un lado muy positivo que la conecta con situaciones en donde la vida y todo lo que ella implica quedan acentuados, la capacidad para sobrevivir y volver a comenzar de cero, la transformación o transmutación de las energías psíquicas y energéticas elevando su expresión y la habilidad para penetrar en los misterios ocultos de la existencia.
Al unir estas dos ideas, no hace falta mucho esfuerzo para comprender que auguran un período difícil pero con un gran potencial. Las intensas crisis que movilizarán tienen como objetivo eliminar lo que ya cumplió su etapa útil en esta fase del desarrollo humano, para dejar espacio a lo nuevo que debe nacer, potenciando otras formas de integrarnos y avanzar en ese interminable proceso mayor en el que estamos como especie humana. En general, se aprenderán lecciones relacionadas con el lado oscuro de la naturaleza humana, donde temas como el sexo, el uso y el abuso de poder, la muerte y la vida serán centrales y dolorosos agitadores de profundas transformaciones. Potencialmente, a través de situaciones de crisis, estos asuntos quedarán en evidencia, brindando oportunidades para transformarlos al comprender lo necesario que es introducir cambios radicales en los sistemas que estén presentando problemas. La poderosa combinación de estas dos energías nos ayudarán, tanto en un nivel personal como colectivo, a transmutar y elevar la expresión de nuestras corrientes energéticas. Aquellos que ya estén sintonizados con el momento de cambio que está en proceso, sentirán este paso sólo como un estímulo adicional o llamada definitiva, en cambio quienes aún se sigan resistiendo o ignorando el impulso a transformarse, lo podrán vivir como una experiencia dolorosamente destructiva que prácticamente los obligará a cambiar… el ideal es colaborar y participar con confianza en esta evolución que es para bien de todos!