viernes, 21 de diciembre de 2012



SIETE IMPORTANTES PASOS PARA DOMINAR AL EGO

1- NO TE SIENTAS OFENDIDO.
La conducta de los demás no es razón para quedarte inmovilizada. Lo que te ofende sólo contribuye a debilitarte. Si buscas ocasiones para sentirte ofendida, las encontrarás cada dos por tres. Es tu ego en plena acción, conviniéndote de que el mundo no debería ser como es. Puedes convertirte en degustador/a de la vida y corresponderte con el Espíritu universal de la Creación. No puedes alcanzar la fuerza de la Intención sintiéndote ofendida.
Por supuesto, actúa para erradicar los horrores del mundo, que emanan de la identificación masiva con el ego, pero vive en paz.
Sentirse ofendida crea la misma energía destructiva que te ofendió y que lleva al ataque, al contraataque y a la guerra.

2- LIBÉRATE DE LA NECESIDAD DE GANAR.
Al ego le encanta dividirnos entre ganadores y perdedores.
Empeñarte en ganar es un método infalible para evitar el contacto consciente con la Intención. Es imposible ganar todo el tiempo. Siempre habrá alguien más rápida, más joven, más fuerte y con más suerte que tú, y volverás a sentirte insignificante. TÚ no eres tus victorias. No existen perdedores en un mundo en el que todas compartimos la misma Fuente de energía. Olvídate de la necesidad de ganar no aceptando que lo opuesto de ganar es perder.
Ese es el miedo del ego. Si tu cuerpo no rinde para ganar ese día, sencillamente no importa, si no te identificas exclusivamente con tu ego. Adopta el papel de observador, mira y disfrútalo todo sin necesitar ganar un trofeo. Vive en paz, correspóndete con la energía de la Intención e, irónicamente, aunque apenas lo notes, en tu vida surgirán más victorias a medida que dejes de ir trás de ellas.

3- LIBÉRATE DE LA NECESIDAD DE TENER RAZÓN.
El ego es fuente de conflictos porque te empuja a hacer que los demás se equivoquen. Cuando eres hostil, te has desconectado de la fuerza de la Intención. El Espíritu creativo es bondadoso, cariñoso y receptivo, y está libre de ira, resentimiento y amargura.
Olvidarse de la necesidad de tener siempre razón en las discusiones y las relaciones es como decirle al ego: "No soy tu esclava". Te propongo que te olvides de esta necesidad impulsada por el ego parándote en medio de una discusión para preguntarte: ¿Que quiero? ¿Ser feliz o tener razón?. Cuando eliges el modo feliz, cariñoso y espiritual, se fortalece tu conexión con la Intención.

4.- LIBÉRATE DE LA NECESIDAD DE SER SUPERIOR.
La verdadera nobleza no tiene nada que ver con ser mejor que los demás. Se trata de ser mejor de lo que eras antes. Céntrate en tu crecimiento, con constante conciencia de que no hay nadie mejor que nadie en este planeta. Todos emanamos de la misma fuerza vital. Todos tenemos la misión de cumplir y tenemos cuanto necesitamos para cumplir ese destino. Nada de esto es posible cuando te consideras superior a los demás. No valores a las demás basándote en su aspecto, sus logros, posesiones y otros parámetros impuestos por el ego. Cuando proyectas sentimientos de superioridad, eso es lo que te devuelven, y te lleva al resentimiento y en última instancia a sentimientos de hostilidad.

5- LIBÉRATE DE LA NECESIDAD DE TENER MÁS.
El mantra del ego es "más". Por mucho que logres o adquieras, tu ego insistirá en que no es suficiente. Te verás luchando continuamente y eliminarás la posibilidad de alcanzar la meta, pero en realidad ya la has alcanzado, y es asunto tuyo decidir cómo utilizar el momento presente de tu vida. Irónicamente, cuando dejas de necesitar más, parece como si te llegara más de lo que deseas. Cuando estas desapegada de esa necesidad, te das cuenta de lo poco que necesitas para sentirte satisfecha y en paz.
Creas, atraes lo que deseas hacia ti y te desligas; sin exigir que se te presente nada más. Si valoras todo lo que surge, aprendes la gran lección que nos dio San Francisco de Asís: ... es al dar, cuando recibimos. Al permitir que la abundancia fluya hasta ti y a través de ti, estableces correspondencia con la Fuente y aseguras que esa energía siga fluyendo.

6- LIBÉRATE DE LA NECESIDAD DE IDENTIFICARTE CON TUS LOGROS.
Puede resultar un concepto difícil si piensas que tú y tus logros son lo mismo. Eres el observador. Fíjate en todo y agradece las capacidades que te han sido concedidas, la motivación para lograr cosas y las cosas que has acumulado, pero atribúyele todo el mérito a la fuerza de la Intención que te dio la existencia y de la que formas parte materializada. Cuanto menos necesites atribuirte el mérito de tus logros, más conectada estarás con las siete caras de la Intención, más libre serás de conseguir cosas, que te surgirán con más frecuencia. Cuando te apegas a esos logros y crees que lo estas consiguiendo tú sola, es cuando abandonas la paz y la gratitud de tu Fuente.

7- LIBÉRATE DE TU FAMA.
La fama que tienes no está localizada en ti, sino en la mente de los demás y, por consiguiente, no ejerces ningún control sobre ella (si hablas con treinta personas, tendrás treinta "famas" distintas) .
Conectarse a la Intención significa escuchar los dictados de tu corazón y actuar basándote en lo que tu voz interior te dice que es tu meta aquí. Si te preocupas demasiado por cómo te van a percibir los demás, te habrás desconectado de la Intención y permitido que te guíen las opiniones de los demás. Así funciona el ego. Es una ilusión que se alza entre ti y la Fuerza de la intención.
Haz lo que haces, según la orientación de tu voz interior, siempre conectada con tu Fuente y agradecida a ella. Mantén tu propósito, deslígate de los resultados y acepta la responsabilidad de lo que reside en ti: tu carácter. Deja que otras discutan sobre tu fama.