TENER CONTROL MENTAL SIGNIFICA…
“Jamás ocurre nada que no sea una representación de tus deseos, ni se te niega nada de lo que eliges. He aquí tu mundo, completo hasta el más ínfimo detalle. He aquí toda la realidad que tiene para ti”.
Tenemos el poder de decidir. Decide únicamente aceptar el papel que te corresponde como co-creador del universo, y todo eso que crees haber fabricado desaparecerá. UCM, LECCIÓN 152
.
Tener "Control Mental" significa poder ejercer el pleno dominio
de nuestra propia mente, en todo momento, lugar o circunstancia de la vida.
Al no contar con un
control mental suficiente respecto de nuestra reactividad emocional podemos
sentirnos heridos frecuentemente y eso en la práctica significa que le
otorgamos a otros el poder de hacernos dependientes de su conducta y reacciones
hacia nosotros.
Nuestro poder mental,
nuestro desarrollo emocional, debe ser suficiente para controlar nuestro
destino. Por medio del control sobre el momento presente tenemos el poder de
controlar nuestro futuro. Para cada uno de nosotros el presente es lo que
ocurre dentro y fuera de nuestra mente, ahora.
Nuestros sentimientos,
emociones y pensamientos se transforman en causas y efectos sobre nuestro éxito
y felicidad, desde grados mínimos a dramáticos en importancia. Nuestras emociones,
sentimientos y pensamientos pueden provenir de lo oculto de la mente
(subconsciente) sin razón aparente o de lo que estamos conscientes y
reconocemos su razón y procedencia.
La dependencia emocional
puede causarnos sufrimiento. Veamos qué ocurre cuando la dependencia emocional
se hace presente y es causada por otras personas. Aquí nos referimos al
sufrimiento emocional comúnmente experimentado cuando alguien hiere nuestros
sentimientos como resultado de su conducta causándonos angustia, sentimientos
de culpa, humillación, enojo, frustración, estrés o cualquier otro sufrimiento
emocional.
¿a quién se debe culpar
por nuestro dolor emocional? De lo que se trata aquí es de si darle o no el
poder a otras personas para influenciar nuestro estado mental. ¿Porqué
otorgarle a otros el poder de controlar nuestro estado mental en cuanto a
sentirnos felices, amados, importantes, aceptados, etc.
Nosotros podemos tener
control sobre lo que esperamos que sea el comportamiento de la gente hacia
nosotros.
El sufrimiento sobreviene
cuando lo que esperamos no ocurre. Por ejemplo, si esperamos que la gente nos
responda con una sonrisa cada vez que les sonreímos, cuando ello no ocurre
sufrimos y usualmente algo más tarde nos damos cuenta que al no devolver la
sonrisa esas personas estaban mostrando su propia manera de ser en ese momento
o como son todo el tiempo, sin que se tratara de una actitud discriminatoria
hacia nosotros (tratándose sólo de que no se sentían felices, estaban enojadas,
distraídas, en un estado de mal humor, y reaccionando hacia el mundo exterior
de acuerdo a su estado, no en contra nuestra o contra de lo que esperamos de
las personas.)
Después de juzgar la
situación negativamente, lo que se mueve en nuestra mente es un
condicionamiento mental, un proceso perteneciente a un sistema de reacción del
pensamiento aprendido en el pasado que mueve nuestras emociones negativas
haciendo que nos sintamos heridos y haciendo que nuestro cuerpo reaccione de
acuerdo a la intensidad de ese sufrimiento.
Si un patrón de respuesta emocional de este tipo es
repetitivo, lo probable es que controle nuestra vida emocional para lo peor la
mayoría de las veces, y para eliminarlo se necesitará reemplazar el sistema de
reacción mental que causa esa respuesta por algún otro que sí sea consistente
con nuestra práctica social real y nuestro mejor interés.
La
gran mayoría de los seres humanos guardan emociones y sentimientos muy
negativos y destructivos dentro de sí mismos, lo que generalmente les produce
una gran cantidad de malestares y puede llegar a provocarles enfermedades de
muy diversa índole. La única forma de
liberar esas dañinas cargas es "perdonando",
desde lo más profundo de nuestro corazón.
Aprender a tener absoluto control sobre
nuestra mente implica, entonces, liberarse de los malos pensamientos, eliminar
las preocupaciones, la angustia, etc.; y generar los mejores recursos y las
mejores condiciones de vida, en el más amplio sentido de la palabra.