domingo, 17 de julio de 2011

Metagenealogía















En la presentación de su libro “Metagenealogía“, escrito junto a Marianne Costa, Alejandro Jodorowsky afirma que cada persona, por “humilde” y / o “aburrida” que sea, “es una novela entera”; un ser que arrastra historias familiares complejas, llenas de “aventuras, mitos, verdades, mentiras o secretos”. “Cada persona está formada por su familia. La familia te crea una personalidad ficticia. La familia depende de la sociedad, la sociedad de la cultura. Nadie es quien es. Somos lo que otros han querido que seamos. El trabajo de una persona es convertirse en lo que quiere ser, no en lo que los demás quieren que sea. Solo puedes llegar a la alegría de vivir cuando eres lo que eres, no lo que los demás quieren”, dice.
El trabajo de la conciencia es encontrar soluciones creativas para cada problema, en vez de sacar del armario viejas soluciones que en el fondo no funcionan”. En esas, Jodorowsky vuelve a tomar la palabra para extender la ‘metageanología’ sobre el mapa actual, poblado de escándalos, penurias y protestas. El autor explica que “los jóvenes ya no quieren ser niños” y que, “si la sociedad los apalea y los encierra”, la insatisfacción se prolongará y la crisis terminará desembocando en una “feroz guerra”. “No estamos terminados, estamos progresando. El pasado no es lo mejor, hay que progresar.
Fuente: Plano Creativo













Crisis ó cambio: una crisis existencial es tal vez el acontecimiento más bello e importante que puede experimentar una persona, nada menos que porque, si es adecuadamente resuelta, le permite otorgar un sentido a su existencia a través de la formulación y la ejecución de un proyecto vital.
Una crisis es un estado temporal de trastorno y desorganización, caracterizado principalmente, por la incapacidad del individuo para abordar situaciones particulares utilizando métodos acostumbrados para la solución de problemas, y por el potencial para obtener un resultado radicalmente positivo o negativo.
Crisis significa al mismo tiempo peligro y oportunidad
Las crisis son inherentes al desarrollo y se manifiestan en dos polos: positivo y negativo. la resolución de la crisis del lado positivo significará salud y corresponde al proceso de duelo; mientras que si se da del lado negativo significará enfermedad y corresponde al trauma.
Las crisis ocurren en una serie de etapas:
1) Se eleva la tensión al comienzo por el impacto del suceso externo.
2) La tensión aumenta más porque no se puede enfrentar la nueva situación con la norma habitual de conducta.
3) Al incrementarse la tensión, se movilizan otros recursos que pueden desembocar en varios resultados: reducción de la amenaza externa, éxito en el enfrentamiento con la situación, redefinición del problema, etc.
4) Si nada de lo anterior ocurre, la tensión aumenta hasta provocar una grave desorganización emocional.
Las reacciones frente a una crisis pueden ser al comienzo dos: llanto o negación de la crisis.
El llanto puede conducir a la negación o a la intrusión. Esta última significa sentirse invadido por sentimientos de dolor, imágenes del impacto, pesadillas, etc.
Hay momentos del ciclo vital relativamente apacibles y estables alternados con otros donde aparecen nuevas exigencias y demandas, necesitándose un periodo de transición entre los periodos o estadios del ciclo vital para adecuarse a estas.
Se necesita tiempo para desprenderse de una situación pasada y adaptarse a otra nueva.
Otras veces los cambios por lo contrario reflejan turbulencia emocional y psicológica y marcan un periodo de crisis: ya sean internos o externos, que enfrentan a la estructura mental y emocional de la persona con exigencias que sobrepasan la capacidad de adecuarse a ellos y sobreviene una crisis.
Se quiebra el orden previo, lo que antes servía para explicarla y resolverla resulta ineficaz, y a la vez, las nuevas alternativas nos llenan de temor y de desconfianza, estamos en crisis.
En un sentido amplio podemos decir que la vida es un estado de crisis casi permanente apenas interrumpido por lapsos de relativa inestabilidad.
Una crisis va a aparecer en la vida de una persona cuando un determinado suceso amenaza con alterar su equilibrio personal, en sentido tanto favorable como adverso. La situación de crisis va a depender de los recursos adaptativos del sujeto, pudiendo aparecer, bien en una situación estresante en la propia evolución del individuo (crisis evolutivas o esperables), o bien en otras en las que un suceso vital estresante las precipita.
Estas últimas son las denominadas "crisis accidentales" o crisis inesperadas o imprevisibles, en las que estarían incluidos tanto las crisis cotidianas como separación, pérdidas, muerte, enfermedades corporales, como los desastres y las catástrofes.
Las crisis pueden ser del desarrollo (esperables) o circunstanciales (accidentales inesperadas o imprevisibles.)
Crisis del desarrollo: las crisis del desarrollo son más predecibles y sobrevienen cuando una persona va cumpliendo etapas en su vida desde la niñez a la senectud. Crisis del nacimiento e infancia, crisis de la pubertad y adolescencia. Crisis de la primera juventud. Crisis de la edad media de la vida. Crisis de la tercera edad.
Crisis de la mitad de la vida: una oportunidad. 
Es muy humano retroceder ante las situaciones dolorosas y estar ansioso de que las cosas vuelvan a ser tal como eran. Sin embargo, también es posible usarlas como  oportunidades para evolucionar y crecer, para aprender más de la vida y sobre nosotros mismos
Alrededor de los 40 años, se pueden plantearse nuevos enfoques que llevan a tirar por derroteros que acaban por poner la vida patas arriba...
San José maría Escrivá  habla de este momento crítico de la madurez: «aparece entonces en algunas almas –no en todas, y ni siquiera en la mayoría- lo que he llamado la mística ojalatera: ojalá hubiese sido médico, en lugar de abogado; ojalá no me hubiese casado, ojalá... cualquier cosa distinta a la que de hecho se tiene.
La crisis se produce cuando algo, aparentemente más atractivo, se coloca en primer plano. Se produce desinterés e, incluso, se abandonan, aspectos que hasta ese momento han sido “el todo en la vida”: trabajo, cónyuge, familia, situación social… 
Elementos que podemos encontrar en esa etapa:
         Crisis de la mitad de la vida: crisis de madurez
         Aspectos psicológicos: desilusión,  cansancio y desengaño. 
         Desilusión con uno mismo
Junto a eso, un cambio de carácter, tal vez una excesiva preocupación por la salud, la aparición de enfermedades imaginarias, una cierta pérdida de interés por el trabajo profesional. A veces la angustia y la situación de caos que se vive en una crisis nos nubla la razón, nos produce tanta confusión que cuesta ver y valorar nuestros actos...no sabemos si lo estamos haciendo bien o mal.
Si te decides a hacer cambios en tu vida, notarás que poco a poco tu vida toma otro sentido...”Sonríes”, “Descansas”...Te puedes sentir vacía o vacío o con dudas, pero notas que lo vives con más confianza...Sientes que tu ser interior no te presiona tanto.
Sabes que lo que vives es pasajero y que Dios te protege...Este camino produce vida, paz, tranquilidad. Cuando te superas, sientes Libertad y un gran amor hacia ti que te lleva a seguir conociéndote más.
La crisis nos ayuda a ver que es lo que tenemos que cambiar. Dar el paso al cambio necesita a veces que nos arriesguemos a salir de nuestro espacio a salvo, pero debemos asumirlo pues si por acción voluntaria y consiente no lo hacemos, la vida lo hará por nosotros.

PUBLICADO POR YRIS ARAUJO