“He llegado por fin a lo que quería ser de mayor: un niño”.Joseph Séller
El niño interior
“Tengas la edad que tengas,
hay en tu interior un pequeño que necesita amor y aceptación”
El concepto de “Niño
Interior” es utilizado por la psicología para definir: esa parte íntima de
carencias afectivas que todos tenemos sin cubrir en mayor o menor medida, esa
parte necesitada de amor cuya falta nos llega desde la infancia, y que es
responsable de muchas tendencias autodestructivas y de insatisfacción en las
relaciones personales.
El niño interior es el
resultado de las experiencias vividas desde el momento de la concepción.
Dependiendo de lo que ha recibido de los padres y el entorno en el que se haya
desarrollado, el niño interior puede representar una parte dolida, rencorosa,
vengativa (nos produce miedos irracionales, falsas creencias, obsesiones,
culpa, soledad…) o una parte creativa, alegre, bondadosa, que es el Ser
esencial, nuestro ser natural, tal cual somos cuando nacemos, con todos
nuestros talentos y dones, instinto, intuición y emoción.
– Nuestro niño interior es:
– Nuestro auténtico ser,
nuestro yo verdadero
– Nuestro potencial divino
– Nuestra parte herida.
“Cuando recuperamos nuestra
infancia, el amor vence al miedo”. Tom Robbins
Conectar con el Niño
Interior.
“La comunicación y la
sanación del Niño Interior son, desde la perspectiva del enfoque y la
metodología de transformación interior que nos transmiten los libros de Louise
L. Hay, el proceso esencial de sanación y la clave para el desarrollo de la
autoestima en la etapa adulta de la vida”.
Todos tenemos o hemos tenido
heridas emocionales, por ese motivo una parte fundamental del viaje de sanación
tiene que ver con la comunicación y sanación de nuestro Niño Interior Herido.
Con el poder, la experiencia y la capacidad que ahora tenemos podemos aprender
a escucharle, abrazarle, acoger sus sentimientos, educarle y ponerle límites
saludables a sus reacciones y comportamientos. Todo ese proceso forma parte del
maravilloso trabajo con el Niño Interno.
Es importante conectar con
nuestro “Niño interior” para sanar sus miedos y conflictos, pero también para
recuperar todo su caudal de ternura y capacidad de amar.
Cuando nos olvidamos, no
cuidamos y no atendemos a nuestro niño interior (nuestras necesidades,
emociones, deseos, sueños,…) entramos en conflicto entre nuestros pensamientos
y nuestros sentimientos.
Si no se resuelve este conflicto, es decir, cuando
actuamos y seguimos adelante sin tener en cuenta nuestros sentimientos (niño
interior) o actuamos de forma contraria a cómo nos sentimos, no respondiendo a
nuestra verdad más profunda, la de nuestras “entrañas”, entonces nos estamos
abandonando a nosotros mismos, igual que hicieron nuestros padres en nuestra
infancia, víctimas de sus propias carencias y falta de autoestima.
Muchos de nosotros hemos
vivido muchos años buscando el amor, la aprobación, la valoración y el apoyo de
otras personas. El Niño Interior Herido busca afuera aquello que más necesitó
recibir durante su infancia: un trato amoroso por parte de los adultos que le
rodeaban y que eran responsables de alimentarle y nutrirle para favorecer su
crecimiento físico, psicológico, emocional y espiritual.
Cuando vivimos desconectados
de nuestro Niño Interior creamos confusión interior, descontento, soledad e
infelicidad en nuestras vidas. Nuestro Niño Herido sabotea nuestra felicidad.
El conectar con nuestro niño
interior también es un proceso, un camino, de lo que es el trabajo de
desarrollo personal que todos tenemos que hacer para conectar aquellas partes
de nuestra personalidad individual previamente separadas o divorciadas. Para
alcanzar nuestro potencial hemos de reconectar con nuestro AMOR natural de
nacimiento del que nos desconectamos.
Lo más importante es
realizar un trabajo interior de crecimiento personal, de conocimiento de
nosotros mismos, ver lo que nos ha pasado en la infancia, como fue ese niño que
llevamos dentro, como nos comportamos: ¿somos felices en nuestro matrimonio?,
¿necesitamos el amor de los demás?, ¿necesitamos el reconocimiento de lo que
hacemos?, ¿tenemos baja autoestima?, ¿los miedos nos frenan para seguir
adelante?…¿que cosas tenemos que sanar?, ¿como fue la relación con nuestros
padres?, ¿les hemos perdonado?.
Después de ese análisis, que
no es un trabajo de un día para otro, podemos reconciliarnos con ese niño,
pedirle perdón por haberlo tenido abandonado, darle el cariño que necesita,
preguntarle que quiere e integrarle con nuestro Adulto. Se pueden escribir
cartas, hablar con él…lo importante es poner la intención de establecer esa
conexión, aceptarle tal y como fue, abrazarle y darle todo nuestro amor.
En este viaje hacia nuestro
interior es fundamental conocer un poco más a nuestros padres, aceptarles por
lo que hicieron y perdonarles en caso de sentir resentimiento o rencor hacia
ellos.
Os animo a que empecéis a
conocer a ese pequeño, es un viaje maravilloso a vuestro interior, muy
gratificante, no os vais a arrepentir. Aunque en el camino encontréis cosas que
no os gusten y que tengáis que sanar, merece la pena volver a jugar otra vez,
volver a reír y volver a ser niño.
Podéis sanar todas sus
heridas, pero también podéis recuperar su ternura, creatividad, inocencia y su
capacidad de amar.
No os preocupéis si al
principio no lográis conectar con él, ha estado demasiado tiempo olvidado, ir
poco a poco, un poquito cada día.
Déjale que se exprese, que grite, que llore,
que libere los nudos de tensión, que diga lo que en el pasado no pudo decir.
Cuando crees que no puedes estas viendo el mundo con los antiguos ojos de tu
infancia, tu niño está esperando a que le digas algo diferente, a que le digas
que hay otras alternativas.
Ahora sabes que tienes elecciones, dispones de
opciones para un nuevo camino. De niño creaste excusas para decirte que no
podías, hoy puedes cambiar y elegir ser tu mejor amigo.
El pasado ya paso, hoy
puedes verlo con otros ojos y transmitir a ese pequeño la seguridad y el amor
que necesita.
Puedes pintar tu historia
con el pincel que tú quieras y puedes poner a ese niño los colores que tú
elijas.
“Volver a ser niños es algo
apasionante y las herramientas están en vuestro interior, aprovecharlas y
disfrutar”
Paula
García Pérez
Coach.
Facilitadora Talleres Metodología Louise L. Hay
Colaboradora
de Galatea Terapias
www.galateaterapias.com