domingo, 18 de noviembre de 2012





     La ley de Causa y Efecto, o la Ley de Consecuencia

"Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo a la ley; la suerte no es más que el nombre que se le da a una ley no conocida; hay muchos planos de casualidad, pero nada escapa a la ley".  el kybalion
.-El maestro Jesús dijo: Dad uno y recibiréis multiplicado de acuerdo a la naturaleza de lo que hubieses dado. Resumiendo: lo que sembréis, lo recibirás multiplicado.
.-“Tanto el bien como el mal son voluntarios y facultativos”.
.- El hombre tiene siempre libertad de escoger entre el bien y el mal y seguir el camino de la corrección o del error. Por haber escogido libremente la opción a tomar, él se vuelve responsable por sus actos.
 “La siembra es libre, pero la cosecha es obligatoria”.
.-La ley física nos dice que a toda acción le sigue una reacción y la metafísica nos dice lo mismo: que a toda causa le sigue un efecto. Nada sucede por casualidad
Hay siempre una relación entre lo ocurrido y lo que seguirá ocurriendo.

.-La ley de causa y efecto es conocida también como ley de consecuencia, retribución o compensación. la ley de causa y efecto es una ley que funciona perfectamente en todos los planos y trae a la realización todo lo que sembramos, tanto en pensamiento, palabra y acciones.
.-Esto quiere decir que todo lo que hacemos pone en movimiento una causa y ésta trae una consecuencia, positiva o negativa, que dependerá de la causa puesta en movimiento. No existe el azar, la buena suerte o la mala suerte, sólo resultados.
.-La responsabilidad de las faltas es toda personal, nadie sufre por errores ajenos, salvo, si a ellos dio origen sea provocándolos por el ejemplo sea no impidiéndolos cuando podría hacerlos. Delante de la ley de causa y efecto no existen “víctimas”. Sólo respondemos por nuestros  actos y jamás por los actos ajenos.
.-La ley de causa y efecto es la principal ley que hace funcionar el universo. Es la ley número uno. Todos los maestros científicos y espirituales han procurado enseñarla. Pueden haber dicho que cosechas lo que siembras, ó que obtienes lo que das ó lo que va vuelve, ó el karma, ó las consecuencias, ó que cada acción tiene su reacción igual y opuesta ó muchos conceptos similares.
.-Por lo general, nuestras vidas se concentran en función del efecto, estamos pendientes todo el tiempo de los efectos que se puedan presentar constantemente en nuestro entorno y nos olvidamos por completo de que somos la causa que generó esos efectos
.-Si diariamente estamos concentrados en pensar o imaginar cual es nuestro mayor ideal de vida, cual es la visión más amplia que podemos generar sobre nosotros mismos y no permitimos pensamientos que nieguen esa gran verdad, automáticamente nos estamos convirtiendo en la causa de ese maravillosos efecto que tanto anhelamos.
.-Una vida que se vive en función de la causa es una vida llena de logros, alegría y felicidad, ya que sin esfuerzo alguno se están creando los efectos que se desean experimentar o disfrutar. Por el contrario, una vida que se vive en función del efecto, es una vida llena de expectativas y por ende de carencias.
.-Cuando somos los generadores conscientes de la causa y no del efecto todo comienza a fluir de una manera maravillosa, simplemente porque estamos utilizando los grandes poderes que dios nos obsequio: elección y creación.
.-Elegimos constantemente y creamos con la misma velocidad con que elegimos.
.-Si elegimos ser la causa, entramos en un proceso de creación consciente de los efectos deseados. Si elegimos vivir en función de la consecuencia creamos inconscientemente lo contrario a lo elegido, ya que se genera un proceso de expectativas y resistencias y como nos dice una gran máxima de crecimiento personal “todo lo que resistes persiste”.

.-Hoy comenzaremos observando donde tienes problemas en tu vida diaria, y justamente en esa área estará actuando la “ley de causa y efecto”. Por ejemplo, si tú como niño nunca aprendiste a ser ordenado, más tarde en la vida esta carencia te generará conflictos. Tal vez con tu esposa; o en la oficina, donde tendrás caos de papeles, cuentas y recibos. Con tu desorden a cuestas irás dándote golpes contra mil obstáculos y seguramente vivirás echando la culpa a los demás por tus reveses. Así coleccionarás problemas hasta el día en que resuelvas mirar dentro de ti. De inmediato se te revelará allí la visión de tu desorden como el origen de esos choques que te persiguen sin ninguna tregua. si usas tu inteligencia, en adelante ser ordenado será tu prioridad. Cuando lo logres tu realidad cambiará, y en vez de tropezones cosecharás satisfacciones.
.-La finalidad de la vida es transformar todo aquello que nos causa sufrimiento en paz interior y felicidad. Para lograrlo se nos dan todas las oportunidades necesarias. Estas se presentan como confrontaciones dolorosas, todas originadas por la misma falla. Tendrás múltiples repeticiones de la misma lección, lo que prolongará tu sufrimiento hasta que corrijas el ingrediente inapropiado a nivel de las causas. Se dice que vivimos rodeados de espejos, pero en realidad se trata de otra aplicación más de la ley de la correspondencia: “como es adentro es afuera”. Es decir, si existe un problema a nivel interior, lo viviremos reflejados en situaciones exteriores, hasta que logremos sanar ese aspecto débil dentro de nosotros mismos.
Si por ejemplo, eres alguien colérico, permanentemente se te presentarán experiencias de enojo. Por donde quiera encontrarás seres que exhiban su trapo rojo como provocación para que embista ese toro furioso que tú llevas dentro. Esa será tu “mala suerte”, hasta el día en que dejes de culpar a los demás por tus tropiezos y mires hacia adentro. En tu interior verás que la ira es la causa que te atrae tantas dificultades. Habrás aprendido tu lección de sabiduría cuando pongas en práctica la determinación de no volver a reaccionar automáticamente con el instinto. Cuando ya tengas tu conciencia afinada para aceptar toda condición presente con serenidad y calma, hallarás paz y armonía en las mismas situaciones donde antes sembrabas ira y deseos de venganza.


Escrito por Yris Araujo

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